Fecha de publicación: 29 de Diciembre, 2025

El “Mute” Masivo: Análisis de la Fatiga Electoral Digital en la campaña 2025

Ahora que cerramos el año y miramos hacia atrás, las Elecciones Presidenciales y Parlamentarias de 2025 nos dejaron una cantidad fascinante y abrumadora de datos sobre los límites de atención del usuario chileno de redes sociales. Si bien se habló mucho de los resultados en las urnas, hubo un fenómeno paralelo que ocurrió silenciosamente en las pantallas de millones de smartphones: la saturación cognitiva.

Lo que presenciamos en la recta final de la campaña parlamentaria 2025 fue un caso de libro sobre Fatiga Electoral Digital. No se trató necesariamente de rechazo ideológico, sino de una respuesta fisiológica y conductual ante la sobreoferta de estímulos. En Contenidos Digitales desglosamos cómo operó este fenómeno y cómo el algoritmo respondió ante una audiencia que dijo “basta”.

1. La caída del CTR y el nuevo costo de la atención

Desde una perspectiva puramente métrica, noviembre marcó un hito. Durante las últimas tres semanas de campaña, observamos una caída generalizada en la Tasa de Clics (CTR) de las publicaciones programadas con campaña de pago.

¿Qué pasó? La llamada “ceguera del banner” (esa capacidad inconsciente de ignorar anuncios) evolucionó hacia una “ceguera de feed”. Ante la verdadera avalancha de videos políticos similares (grabados en vertical, con el candidato caminando y subtítulos llamativos), el cerebro del usuario aprendió a identificar y descartar el contenido político en microsegundos, incluso antes de procesar quién era el candidato. Esto disparó los costos publicitarios en general: capturar un segundo de atención real se volvió más caro que nunca, no por falta de oferta política o variedad de contenidos, sino por una barrera de entrada cognitiva.

2. El uso del bloqueo como herramienta de “limpieza digital”

Un comportamiento interesante detectado en los reportes de plataformas fue el uso activo de las herramientas de restricción por parte de los usuarios. El botón de “Ocultar anuncio” o “No me interesa” dejó de usarse esporádicamente para convertirse en una herramienta de uso frecuente. Los usuarios de la generación Z y millennials reportaron masivamente contenidos no por ser ofensivos, sino por ser repetitivos.

Esto se debe a que los usuarios han comenzado a valorar su feed como un espacio muy personal, de entretenimiento y desconexión. La invasión política de alta frecuencia fue percibida como una contaminación de ese espacio seguro, provocando una reacción de “limpieza” digital inmediata.

3. La respuesta del Algoritmo: Penalización por Aburrimiento

Las plataformas (Facebook, Instagram, YouTube y demás) tienen un objetivo claro: la retención del usuario en la app. Cuando sus sistemas detectaron que el contenido político estaba provocando que la gente cerrara la aplicación o deslizara rápidamente para ver en otros contenidos, los algoritmos ajustaron el alcance.

Por eso, vimos cómo cuentas de políticos con presupuestos millonarios en Meta y Google Ads perdían alcance orgánico en forma drástica. El algoritmo comenzó a “proteger al usuario”, relegando el contenido de campaña a una visibilidad mínima a menos que tuviera tasas de retención excepcionales. Fue una lección técnica dura: pagar por alcance no garantiza la atención si el algoritmo detecta fatiga en la audiencia.

4. El avance del contenido político “piola”

En medio de este ruido ensordecedor de jingles hechos con IA, banderazos y polémicas, surgió una contra tendencia eficaz. El contenido que logró romper la barrera de la fatiga fue aquel que ofreció calma.

Los videos espontáneos, con ritmo de edición más pausados y las transmisiones en vivo sin guión tomando un café tuvieron un rendimiento superior al promedio. En un ecosistema digital saturado de urgencia electoral, el contenido que ofrecía una pausa mental fue el único que logró rodear la defensa del usuario agotado.

Conclusión: Los límites de la economía de la atención

El fenómeno de la Fatiga Electoral de 2025 nos confirma que la capacidad de consumo de contenidos no es infinita. Existe un punto de saturación donde más frecuencia no genera más recordación, sino al contrario, invisibilidad.

Lo que vimos en estas elecciones fue al mercado digital regulándose a sí mismo: usuarios protegiendo su salud mental y algoritmos protegiendo su negocio, ambos dejando fuera el exceso de ruido. Una dinámica que, sin duda, redefinirá las estrategias de marketing masivo para el 2026.

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